...¿ete? ....

Lucio tiene ya un año con cinco meses. Es un niño felíz y cariñoso. Ya camina, corre y dice muchas cosas.... lo suyo, lo suyo, por el momento es preguntar cómo se llama todo... ete? pelota, ete? globo, ete? pan, ete? gato, ete? arroz... y así se la puede pasar toooooodooooo el día.

Tiene palabra muy claras: sabe que su hermanita que esta en la panza de mamá es "bebé"... además dice: Dadá, mamá, abue, gigi, uva, agua, guagua, muuuu, am (comida), booo, fuchi, m-mhhh (am delicioso), mmmmmmm (sonido de avión o de carro), tatatata (caballo), apple, eche (leche); y en gestos sabe decir que si, que no, besos, adiós, hola, king kongs, ... en el bosque de la china..., en fin... un hombre.

No le gusta que le den de comer. Usa sus cubietos que aunque estén filosos, si trinchan. Es un super super tragón. Ya no es niño redondo, es mas bien tirándole a flaquito. Pero come y come y come.

Lucio va a tener una hermanita. Tenemos ya casi 6 meses de embarazo y estamos super felices. Se va a llamar Bo... nosotros queremos que se llame Aurelia también. Osea, Aurelia Bo, pero el primer nombre no tiene mucho Quorum.... Esperamos a Bo para finales de año... Una Niñita!!!!

Luchito duerme sonriéndo y nos hace muy felices.

Gargantúa hace su aparición en el mundo...

Seis meses. Ya no ha crecido de una manera tan desmezurada: 73 cm. y 8.600 kg.

La luciérnaga ya empezó a comer. Le encantan las frutas, las verduras y el pollito. Sus favoritos son la papaya, los mangos, el plátano y los chayotes.

Es felíz y cariñoso, lo demuestra con buen humor, simpatía natural y sonrisas permanentes; es desesperado, super exageradísimo, exigente y su margen de tolerancia al hambre, a la limpieza de cara, al cambio de ropa y al del pañal es cero.

Sentado, ve el mundo desde otra perspectiva: le encantan los juguetes (los sacude, los avienta, los abraza, los babea).

LUCIO....y voltea.

En la soledad de su cuna, al despertar repasa lo que sabe decir, asi que empieza a practicar sus múltiples muecas, sonidos, tocecitas, gritos y ruidos.

aa eeee iii ooooo uuuuu

Lucio cumplió ya los tres meses. Es un bebé grande: mide 66 cm. y pesa 7.320 kg. Lucio Qiang esta descubriendo el lenguaje.... ya se la pasa dicendo owww owww owww y grrrrrrrrrr. Le gusta observar a las personas que le hablan y empieza a imitarlas... ya intenta decir las vocales, contestar y que le contesten.... también canta... y cuando rie, ya lo hace con todo el cuerpo. Es muy bonito, pues las emociones lo recorren de puerco entero.

Ya tiene una rutina establecida, despierta de un excelente humor a las 9:00 am... le toca ropa nueva, limpieza vaquera, una abundante dosis de lelé y a jugar con su papá en tremendas luchas grecomarranas... como a la 1.00 pm toma una siesta y se levanta de nuevo con un hambre feroz, a esa hora vamos a comprar las cosas frescas para comer... juega y las cuatro vamos al parque con su abuelo y alai... regresando empieza a refillearse de comida para que a las 6:30 comience el ritual de dormir: llegan sus tíos, juega y platica, mira fascinado y con mucha concentración su baby mozart y luego a la regadera con su papá, sigue su ronda de ejercicios, masajes, pijama, vitaminas, su última lelé y luchito a las 8.30 pm ya se va a dormir.

Lucho ya se despierta y no llora; ya le gusta disfrutar su gimnasio, mover los móviles, mirarse en el espejo, y sobretodo, chuparse su manita. Ya puede seguir un objeto con la mirada y si no es pesado lo sotiene. Reconoce y busca a su mamá y a su papá. Le gusta tomar la siesta en su hamaca y estar ya medio sentado sobre almohadas.

Es hermoso lo que un bebé puede hacer en la vida de las personas.

La luna de mayo

Lucio ya no se ve como un recién nacido. Empieza a conocer el mundo que le rodea y su carácter y personalidad son cada vez mas claros. A Lucio (y vaya por su nombre) le gusta la luz, puede pasar mucho tiempo embebido mirando al domo. Le gusta escuchar detenidamente a su papá cuando le lee. Le gusta bañarse en regadera y traer los pies descalzos. Su sonrisa comieza a asomar hilitos de risas. Es un niño platicador y muy gruñón. Rechina por las noches y adora estar en brazos. Le gustan los "tigritos", los "canguritos", los abrazos y los besos de los que le queremos. Ya no cabe en su moisés, es un niño grandote que le gusta tomar su lelé.